-----------------------

miércoles, 27 de julio de 2011

Cap. 42 Nuevas interrogantes.

Thomas estaba muerto, Matt estaba muerto, algunos otros soldados murieron también, muchos de los que estábamos atendiendo morirían pronto si no les daban los cuidados que necesitaban, yo me encontraba varada en un bosque en Francia y no tenía cómo seguir mi camino hacia Suiza. Sí, esa era mi espantosa realidad.

Nadie durmió esa noche, todos estaban muy ajetreados cuidando a los soldados que acababan de llegar. Soph parecía hecha de roca, no soltó ni una lágrima más, y cuando hablaba con sus pacientes su voz era firme y no temblaba en el más mínimo ápice. Yo, por otro lado, lloré bastante; durante toda la noche no pude evitar contener las lágrimas ni los silenciosos lamentos, cuando hablaba con aquellos hombres no decía ni una palabra más de lo estrictamente necesario y los sonidos que salían de entre mis labios, apretados y renuentes, eran débiles y temblorosos.

Estaba sentada en una esquina del bosque, había luchado conmigo mismo durante toda la noche, pero ya no podía más. No quería estar cerca de nadie, no quería que nadie me viera, sólo necesitaba estar sola. De pronto tuve una idea: iría al caminito que me había mostrado Charlie.

A duras penas me levanté, y tambaleándome llegué a mi destino, no me alejé mucho del campamento porque sabía que podría perderme. Me senté en el suelo musgoso y puse mi cabeza entre mis manos… Sentí una bomba explotando en mi interior cuando el primer sollozo desgarro mi pecho, y ese no fue el último, seguí llorando horas, hasta que la madrugada, con sus rayos de luz anaranjada, le dio paso a la tarde. Lloré por Thomas, lloré por Matt, lloré por mi padre, lloré por mi hermano, lloré por mi mamá, lloré por mi tía, y lloré por todo aquello que había reprimido durante tanto tiempo, lloré por mí.

Cuando comencé a marearme por el llanto, levanté la cabeza para secarme las lágrimas y volver, pero a penas enfoqué la vista me di cuenta de que no estaba sola: Charlie había estado ahí todo el tiempo.

-Lo-lo sient-to…-murmuré – No sabía que est-tuvieras a-ahí.

-No te preocupes, no podía dejarte sola.

Con todo lo que había pasado ayer, había olvidado completamente mis sospechas hacia Charlie, pero en ese momento no me importaba, mi mente sólo tenía espacio para un problema en ese momento: Thomas.

Respiré profundo, lo menos que podía hacer era averiguar cómo había muerto.

-¿No saben qué pasó con Thomas?- no dejé que me temblara la voz, no demasiado.

Él me miró sorprendido, como si no entendiera la pregunta, se agachó a mi lado y me envolvió en sus brazos.

-Beth, Thomas está muerto.- dijo, con la voz que usarías para hablarle a un niño que no entiende que su cachorro ha escapado.

Me enfurecí, claro que sabía que Thomas estaba muerto. Me sacudí de su abrazo, un poco más fuerte de lo que había querido y me puse en pie:

-YA SE QUE THOMAS ESTÁ MUERTO. NO NECESITO QUE ME LO DIGAS, QUIERO SABER QUÉ PASO CHARLES, QUÉ LE PASO A MI THOMAS- grité con todo el aire que tenían mis pulmones, y vi que en su rostro se formaba una mueca de dolor. No me importo, no en lo más mínimo.

-No… no lo sé.

Ni siquiera lo miré, me di media vuelta y caminé hacia el campamento. No sabía por qué estaba tan enfurecida, per tampoco me importaba, yo sólo quería saber cómo había muerto Thomas, qué diferencia había marcado el destino para que él no pudiera volver con sus compañeros, eso era lo único que me interesaba saber.

No oí los pasos de Charlie siguiéndome, me sentí un poco mal… no era su culpa. Entré en la enfermería y vi a Sophie, al parecer habíamos intercambiado máscaras, ahora ella usaba la mía, en blanco, y yo la de ella, llena de dolor. No habíamos hablado en toda la noche, no quise intentarlo porque sabía que estaba demasiado ocupada, pero ahora necesitaba a alguien que me entendiera y ella no estaba haciendo mucho, sólo monitoreaba a los pacientes.

-Soph… ¿puedo hablar contigo?

-Ahora no Beth- contestó, sin expresión.

-Por favor…-mi voz se quebró en la última sílaba, y de nuevo comencé a llorar. Sophie levantó la vista de su libreta y al ver mis lágrimas las suyas comenzaron a brotar; la máscara se había roto. La miré suplicante por un segundo, y luego ella asintió y me abrazó muy fuerte.

-Oh Beth…-susurró.

Lo que necesitaba no exactamente hablar con ella, la verdad lo que más anhelaba era un poco de cariño, un poco de comprensión. Y ella me comprendía…

Ambas lloramos un rato en el hombro de la otra, y entonces ella levantó la cabeza:

-Ni siquiera he podido averiguar qué les sucedió- su voz temblaba, al igual que la mía. Ella quería lo mismo que yo, saber qué rayos había pasado.

-No te preocupes, pronto lo descubriremos…

La dejé para que hiciera su trabajo y salí a la luz del sol. Era un día cálido, brillante. El cielo parecía burlarse de mi sufrimiento.

Me dirigí a mi tienda y me tiré en la cama, sabía que no era justo dormir mientras todos trabajaban, pero sentía que no iba a aguantar un segundo más.

****

Alguien me daba ligeros empujoncitos, parpadeé varias veces y vi a Charlie muy cerca. Me estiré y me levanté de la cama.

Lo miré con expresión de disculpa en el rostro, sabía que me había propasado un poco en el bosque. Él sonrió, indicándome que todo estaba bien.

-Buenos días…- susurré.

-¿Días? Beth, aún es de noche-rió. ¿Cómo podía reír? Uno de sus mejores amigos de la infancia acababa de morir… Se que quizás sólo lo hacía para parecer fuerte, y que yo debería hacer lo mismo, pero en ese momento, en mi contexto de desesperación, me parecía totalmente fuera de lugar.

-Oh…-articulé-. Entonces, ¿por qué me despertaste?

-Eh… Peter despertó, quiere hablar contigo.

Me levanté de un brinco, él sabría qué le habría pasado a Thomas, rebobinando recordé que la última noche había tratado de decirme algo y el dolor de lo impedía.

Salí de la tienda y vi a la luna, redonda y más brillante que nunca. ¿Por qué se burlaba de mí el universo?

Caminé lentamente y llegué a la enfermería, Soph me miró e intentó sonreír. Suspiré.

Peter estaba ahí, acostado y mirando al techo. Cuando me oyó entrar trató de incorporarse, pero no pudo. El torso debía dolerle demasiado. Me acerqué a él lo más que pude y le pregunté:

-¿Querías verme?

Asintió secamente y respiro profundo, lo que le causó una mueca de dolor

-Yo…

-¿Sabes qué pasó con Thomas?- le pregunté, tratando de hacerle las cosas lo mas sencillo posible.

Con el corazón en un puño, lo vi asentir.

-Oh Peter… ¿Qué pasó?

-Él no…-le dolía tanto que le era muy difícil siquiera respirar, hablar era casi imposible.

-¿No qué? Por favor dime que no sufrió demasiado- hasta ahora había hablado firmemente, pero al hacer esa pregunta esencial mi voz se quebró, no demasiado pero suficiente para darse cuenta.

-Debes saber que…-cerró los ojos por el dolor-. Elizabeth, debes… tener fe… Thomas podría no estar…

En este momento le fue imposible hablar, vi sus pupilas dilatarse por el dolor y el vendaje de su torso pasando poco a poco de blanco a rojo. Suprimió un grito arqueando la espalda.

-¡Sophie! ¡¡SOPHIE!!- de acuerdo, eso si era una escena horrible.

Sophie llegó corriendo y me dijo:

-Beth, estás pálida, espera afuera. Llama a Charlie.

No me moví, Sophie me apartó y comenzó a sacar el vendaje para ver qué había sucedido.

-¡Vamos Beth, busca a Charlie!- la urgencia en su voz me hizo reaccionar. Me sequé el sudor frío que perlaba mi frente y salí, Charlie estaba del otro lado, encendiendo fuego.

-Soph te necesita- dije con los ojos fijos en la nada. Mi expresión lo alertó y salió corriendo a la enfermería. Oí mucho movimiento alrededor de la tienda que hacían llamar enfermería, algo debía estar muy mal con Peter… Pero Peter necesitaba ponerse mejor, necesitaba estar bien de nuevo para que yo pudiera saber que había pasado con Thomas. Creí haberlo oído decir que debía tener fe…

¿Thomas podría no estar qué? Ese fue el único pensamiento que cruzó mi mente en ese momento.

4 motivos para escribir(::

Anónimo dijo...

mi Thomas!!! pobreee..
ya a la beth no le quedan ni neuranas para pensar...
hahahahaa

nos leemos
xoxo
PK

Estefania dijo...

podria no estar muertoooooooooooooooooooooo! woow me encanto la rapidez con qe subirte en nuevo cap de verdad lo amee(: publica pronto porfavor! besos:D

Naomi Trujillo dijo...

sabia que no habia muertoooo!
es lo feo de que cuando estas triste y muriendo por dentro parece que el mundo entero se pone de acuerdo para estar feliz :P

sigueeee!

«ραtгιcια» dijo...

¡Podría no estar muerto, tonta! Ay que me pongo histérica xD

Publica pronto guapa!
Besoos! ;)

Publicar un comentario

Hola(: comenta lo que quieras, tu opinión siempre será importante y tomada en cuenta :D

¡Cuidado! Oh, bueno, puedes ver que hará^^

El botón que no hace nada El botón que no hace nada
free counters
IBSN: Internet Blog Serial Number 263-10-16-248